CARPE DIEM
La
especie ya no existía, solo estábamos ella y yo. Estuvimos andando días y días,
horas tras horas; no encontrábamos comida, ni agua; estuvimos a punto de
desfallecer. Pero, de repente, encontramos una puerta en medio de ese bosque
espeso. La abrimos y nos transportamos a otro mundo.
Ese
mundo estaba lleno de árboles preciosos, llenos de flores y frutos, también
había rosales con rosas de todo tipo de colores y, por último, vimos animales
que se dejaban cazar para satisfacer la hambruna que nos intentaba matar.
Seguimos
andando y encontramos para dormir. Al levantarnos, la comida estaba hecha. No
sabíamos qué había pasado pero cada vez que era la hora de comer nos pasaba lo
mismo.
Era
un lugar de paz y no teníamos preocupaciones, no nos hacía falta nada. Todo lo
que queríamos ese lugar nos lo daba.
Nos
gustó tanto, que allí nos quedamos hasta el último día de nuestras vidas.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada